martes, 22 de marzo de 2011

Cómo hablar de sexo con su hijo en pocas palabras

Es mejor comenzar a hablar con su hijos sobre la sexualidad en los primeros años de su niñez, si bien nunca es demasiado tarde para empezar.
Intente ser abierto y accesible cuando su hijo quiera hablar con usted.
No permita que el temor se interponga en la conversación con su hijo.

Nuestro deseo es que su hijo vivan una vida saludable y gratificante. Por eso sabemos que enseñarles sobre el sexo es muy importante. Pero para muchos es muy difícil hablar sobre el sexo, especialmente con su hijo.

A continuación encontrará algunas preguntas que los padres se hacen para saber cuál es la mejor manera o forma de hablar sobre sexo y sexualidad con sus hijos. Esperamos que las respuestas le ayuden cuando llegue el momento de hablar con su hijo.

Porque los niños necesitan saber del sexo y la sexualidad?
Comprender la sexualidad ayuda a los niños a enfrentar sus sentimientos y la presión del grupo . Los ayuda a asumir el control de sus vidas y a tener relaciones afectuosas. También los ayuda a protegerse contra el abuso sexual, y evita que se conviertan en abusadores sexuales.

El hogar puede ser el lugar más valioso para aprender sobre la sexualidad. Podemos ayudar a nuestros hijos a que se sientan bien con su sexualidad desde un comienzo. Luego, es muy probable que confíen lo suficiente en nosotros como para hacernos preguntas sobre el sexo en un futuro.

Los jóvenes son menos propensos a correr riesgos sexuales si tienen:

- Una visión positiva sobre la sexualidad
- Información necesaria para cuidar su salud sexual
- Claridad acerca de sus propios valores y comprensión de los valores de su familia.
- Autoestima y confianza en sí mismos
- Habilidades en el trato con otras personas, como seguridad en sí mismos y capacidad para tomar decisiones
- Una percepción de que sus acciones tienen consecuencias
- Un vínculo con las personas adultas de su hogar, entorno familiar y otros adultos que se preocupan por ellos dentro de la comunidad, la escuela o la institución.

Cuando es el mejor momento para hablar de sexo y sexualidad con mi hijo?

El mejor momento es empezar apenas nuestros hijos comiencen a recibir mensajes sobre la sexualidad. Y ellos comienzan a recibirlos desde el momento en que nacen. Los niños aprenden a pensar y a sentir acerca de su cuerpo y su comportamiento sexual a partir de aquello que nosotros hacemos y decimos: por la manera en que los sostenemos, que les hablamos, que los vestimos, en que les enseñamos las palabras para hablar sobre sus partes del cuerpo, la manera en que les transmitimos la información sobre su comportamiento y la manera en que nos comportamos delante de ellos.

Pero no se preocupe si todavía no empezó. Nunca es demasiado tarde. Simplemente no intente "ponerse al día" la primera vez. Lo más importante es ser abierto y accesible en cualquier momento en que su hijo desee hablar con usted.

¿Cuándo se puede iniciar una conversación de sexo y sexualidad?

Algunos padres esperan ansiosos el momento de hablar con su hijo acerca de las maravillas de la reproducción humana y la sexualidad humana. Sin embargo, a muchos les resulta difícil hablar acerca de temas importantes, como las relaciones , el sexo y la sexualidad. La buena noticia es que, si prestamos atención, podemos encontrar momentos cotidianos en nuestras vidas que pueden servir para iniciar conversaciones sobre estos temas:

CASOS
Nuestro programa de televisión favorito puede presentar a un personaje que esté atravesando la pubertad.
Nuestra vecina o amiga puede estar embarazada.
Los modelos en publicidades impresas o carteleras pueden hacernos pensar sobre nuestro propio cuerpo e imagen corporal y cuestionarnos sobre ello.

CONSEJOS

Algunos padres los llaman “momentos útiles para la enseñanza”. Dedique un tiempo a tratar de reconocer los momentos útiles para la enseñanza que le proporcionan oportunidades para hablar de sexo y sexualidad con su hijo. Y piense sobre sus propias opiniones y valores respecto de estos temas y de qué manera puede expresarlos con claridad para que su hijo los comprenda.

Una vez que pensó sobre qué quiere decir sobre un tema, use el siguiente momento útil para la enseñanza que surja. Las primeras veces que lo haga, su hijo podrían ser cautelosos y preguntarle: “¿Por qué quieres saber?”. O posiblemente busquen una respuesta que a usted le agrade. Podría llevarle varios intentos antes de que puedan hablar y sentirse cómodos juntos. Las siguientes sugerencias pueden ayudarlo a usted y a su hijo a aprender a hablar entre ustedes con más facilidad.

Algunas frases para comenzar una conversación
Algunas veces, hacerle una pregunta a su hijo es una excelente manera de iniciar una conversación. A continuación encontrará algunas preguntas que podría hacerle:

NIÑOS PEQUEÑOS

¿Conoces el nombre de todas las partes de tu cuerpo?
¿Sabes por qué las niñas se ven distintas a los niños? O viceversa
Tu tía está embarazada. ¿Sabes qué significa esto?

PRE ADOLESCENTES

Las personas cambian mucho durante la pubertad. ¿Qué has escuchado sobre los cambios en la pubertad? ¿Cómo te sientes al entrar a la pubertad?
¿A qué edad crees que una persona tiene que empezar a tener citas? ¿Hay alguno de tus amigos que haya empezado a tener citas?
¿Crees que las mujeres y los varones son tratados en forma diferente? (En caso de que respondan "sí"…) ¿De qué manera?.

ADOLESCENTES

¿Cómo has cambiado en los últimos dos años? ¿Qué te gusta y qué te disgusta acerca de estos cambios?
¿A qué edad crees que una persona está lista para tener relaciones sexuales? ¿Cómo debería decidir una persona?
¿A qué edad crees que una persona está lista para ser padre?

Que debo hacer si no me siento cómoda hablando de sexo con mis hijos?

No permita que el miedo se interponga en el camino. Ser abierto y accesible para tratar temas como el sexo y la sexualidad puede ser todo un desafío. Algunos de los temores más comunes que muchos padres tienen son los siguientes:

-Sentirse ridículo. A muchos de ustedes no les enseñaron sobre el sexo y la sexualidad; sin embargo, creemos que debemos conocer todas las respuestas. Pero si nuestros hijos nos preguntan sobre algo que no sepamos, simplemente podemos responder: “No lo sé. Averigüémoslo juntos”.
-Sentir vergüenza. Es muy común que los padres o los niños sientan vergüenza cuando hablan sobre el sexo y la sexualidad. La mejor manera de manejar esto es admitir cómo nos sentimos, podríamos simplemente decir: “Es posible que esté un poco tenso o un poco incómodo durante esta conversación, y quizás sientas lo mismo. Esto es totalmente normal que nos ocurra”.
-Alentar la experimentación sexual. Es un mito que la información sobre sexo es perjudicial para los niños y que los conducirá a la experimentación sexual. La realidad es que nuestros hijos no estarán más predispuestos a tener relaciones sexuales si hablamos sobre este tema. De hecho, los niños que hablan con sus padres sobre el sexo son más propensos a posponer sus relaciones sexuales que el resto.
-Sentir como si la conversación no significara nada. Los niños buscan a sus padres para que les enseñen acera de la sexualidad. La mayoría de los jóvenes prefieren escucharlo de sus padres y no de otras personas. De hecho, los adolescentes jóvenes ubican a sus padres en la parte más alta de su lista de influencias en lo que se refiere a actitudes y comportamientos sexuales.

Es muy normal que los padres se pregunten cuantos detalles deben darles a sus hijos, deben tener en cuenta el nivel de comprensión de su hijo. Leer acerca de lo que los niños necesitan saber según su edad puede ayudarlo a decidir lo que es adecuado para la edad de su hijo. Leer sugerencias para hablar con sus hijos sobre la sexualidad y cómo responder a sus preguntas también puede resultar muy útil.

Hay algo que sí es cierto: si un niño es lo suficientemente grande y tiene suficiente conocimiento como para hacer una pregunta, entonces ese niño es lo suficientemente grande como para recibir una respuesta sincera.

Recomendaciones:

1. Hable con su hijo sobre sus creencias y por qué las sigue. Comparta sus valores con ellos. Muchos estudios muestran que los adolescentes se ven afectados por los valores de los padres. Cuando sus padres comparten sentimientos positivos sobre los métodos anticonceptivos, los adolescentes están más predispuestos a usar métodos anticonceptivos al tener relaciones sexuales. Cuando los padres tienen sentimientos negativos sobre el embarazo adolescente, las adolescentes están menos predispuestas a dar a luz.

2. Tómese su tiempo para comprender sus propios valores, sentimientos y creencias. Encuentre a un amigo que lo escuche y lo ayude a aclarar sus pensamientos y sentimientos. Nunca pretenda que sus valores son hechos reales, por ejemplo, decir “No se puede confiar en los hombres al momento de tener una cita” no es un hecho real sino un juicio de valor. Sus hijos comprenderán esto y dejarán de escuchar sus valores y de confiar en la información que les dé.

3. Recuerde que sus hijos aprenden a través de la observación, de manera que la forma en que usted se expresa por medio de sus gestos es tan importante como lo que dice. Por ejemplo, mostrar cariño con un abrazo o un beso les demuestra que usted es una persona abierta y que valora la estrecha relación que comparten.

4. Intente no hablar sólo de los aspectos potencialmente negativos de la sexualidad, como por ejemplo de las infecciones de transmisión sexual. Hable también de los aspectos positivos como la intimidad, el respeto mutuo, el placer sexual y también los beneficios que el sexo ofrece a la salud. Por ejemplo, puede hablar sobre la emoción de enamorarse de su pareja

martes, 1 de marzo de 2011

AMOR ES... PREVENCION


PREVENCION AL ABUSO SEXUAL INFANTIL
EL Código de Infancia y Adolescencia y la Ley 1146 expiden normas para prevenir la violencia sexual y atención integral de los niños, niñas y adolescentes abusados sexualmente. Por ello, a través de este espacio formativo el Colegio Montessori abordará el tema del abuso sexual a fin de favorecer el desarrollo integral de los estudiantes.

“El maltrato y abuso sexual producen en los niños efectos nocivos en su desarrollo físico, psicológico y social, daños en su autoestima, sentimientos de inferioridad e inadecuación y confusión en el mundo afectivo. Además, interfiere en el desarrollo adecuado de su personalidad, presentando dificultades en el aprendizaje y conductas de inhibición, timidez, agresión y violencia, razones de peso para que el ICBF trabaje incansablemente por movilizar la cultura de la denuncia”, manifestó Elvira Forero Hernández - Directora ICBF